Daría mis ojos por otra ceguera

Empecé ilusionado. Por fin me iba a dejar llevar por la corriente de los impulsos. Hacer lo que sabes que siempre quisiste hacer y no te has atrevido, porque no has sentido apoyo. Y necesitas el jodido apoyo. Y empiezas a correr cuesta arriba. Todo son obstáculos. Paras. Empujas. Vuelves a correr. Ya casi estás arriba. Y sin saber por qué, de repente el suelo se hace arenas movedizas. Y tiemblas. Y según cuentan, cuanto más te mueves en estas arenas, más te hundes. No lo creo. Creo que solo es la excusa para quedarnos quietos y no pelear.
No lo entiendo. No me entiendo. Si cuando peleaba, y aunque me quejaba por el sobreesfuerzo, me sentía mejor que ahora, congelado. Ya solo me queda la cabeza fuera, el resto ya se hundió.
Daría mis ojos por otra ceguera. Por poder ser un buzo a tientas profundizando en estas arenas, y hundirme, y saber si al fondo se esconden las aguas cristalinas que siempre he pensado que están ahí. Un shangri-la bajo la ciénaga.
Pero desde que volví a fumar casi no me cabe aire en los pulmones.
Quiero ser silvestre (Marc Parrot.Marc Parrot)
5 comentarios:
Y cuantas veces nos sentimos así, de un lado al otro, de los sueños a la realidad más cruda... confía en ti que estoy segura de que quedan muchas cegueras por hacer realidad ;-)
Alzo la copa por ti...
Interesante. Fantástico el título. El del post. El del blog no tanto. No te hago sentado. Ni te hago en el rincón. En realidad no te hago. Pero todo se andará... si te sigo leyendo.
Beso.
Gracias circe por llegar, por volcarte y por apostar por empujarme hacia abajo. ¿o es hacia arriba?
amanda. Todos los títulos serán copiados. Todos son frases de las canciones que aparezcan abajo. ¿y una buena silla de ruedas para estar cómodo en el rincón y de vez en cuando rodar.. sin hacer ruido?
A mi me da mucha envida esto del impulso.
Publicar un comentario